miércoles, 26 de abril de 2017

Qué cosas, ¿no?

Allí está una muñeca, una muñeca linda y llena de sangre.
¿Aún no la ven?
Fue colgada por ustedes. 

Antes era de un color pálido, a veces amarillo, a veces las mejillas las tenía rojas. ¿Ustedes la maquillaban? Nunca supe si era ella misma, o eran los demás quienes la maquillaban. Pues sus pestañas de pronto parecían más largas de lo usual; y sus labios se tornaban a un rosa muy fuerte, casi rojo. ¿Saben cómo, no?
Y sonreía... ¿Recuerdan cómo sonreía? Incluso sonreía con los ojos, ¿lo llegaron a notar?
Decía que estaba rodeada de buenas personas, con muy buenas intenciones...
Decía que las personas se equivocan, pero que nunca son tan malas...
Decía que a veces, hay que dar segundas oportunidades...
Decía que debemos pensar como piensa la otra persona para entenderla un poco...
Decía que todo pasa...
Decía...



Pero ahora, allí está... Más pálida de lo usual; hinchada, y no de dormir, o llorar.
 Qué cosas, ¿No?
Es decir, alguien a quien las personas creían tan hermosa... cómo puede de pronto llegar a ser tan horrible
 por el sólo hecho de estar colgando. 

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