Es decir, no puedo actuar como si estuviese fuera de mí -aunque lo esté- porque el mundo sigue, ¿saben? y nadie se detendrá a preguntarme qué demonios sucede conmigo.
Excepto mi madre, claro está. Que ayer la sentí con temor también, me miró con furia y miedo por verme tan devastada...
Pero, lo que ella no se imagina es que estoy tan consternada, furiosa, y preocupada como ella.
Seriamente he intentado llevar la fiesta en paz; saben, la fiesta de mi miseria. Pero no es posible, al menos no me ha sido posible estos días, aunque sinceramente a veces pienso que simplemente pasa que me distraigo y por eso no caigo, pero que debo caer.
Siento que mi caída la han colocado en cámara lenta, como a la espera que al final no sea una caída, pero, demonios, estoy cayendo de todas maneras, y no tengo la menor idea de cómo salvarme.
Que linda la niña, ella piensa que tiene salvación.
Como les dije al inicio, a éste punto tengo tanto miedo, que estoy tranquila. O eso parece. Intento estar lo más ocupada que puedo, como si estuviese corriendo.
¿No les ha pasado? Que de pronto empiezan a correr, y siguen, y siguen, y siguen, y siguen, y saben perfectamente que cuando se detengan van a quedar exhaustos y que posiblemente les faltará el aire, y por supuesto, se les hará increíblemente difícil seguir corriendo, incluso seguir caminando; saben que se tirarán en el suelo a tomar un respiro inmenso, porque como ya dije: quedarán exhaustos... Así que bien, justo por saber eso, simplemente siguen corriendo, y siguen, y siguen, hasta que llega un momento donde finalmente se detienen, y sucede exactamente lo que pensaron, se detienen y de inmediato empiezan a jadear, y no pueden más y se tiran al suelo.Bien, a lo que quería llegar con todo esto es que así estoy últimamente. Distrayéndome, ocupándome lo más que puedo, porque sé que si dejo un mínimo espacio en blanco, me quebraré y no querré levantarme otra vez, no querré ocuparme de nada, sólo querré estar tirada en la cama sin nada que hacer. Al menos hasta después de llorar y gritar, y pensar, y gritar otra vez, e imaginarme las maneras de hacerme daño, y cómo y cuánto dolería todo aquello; para luego volver en sí, y quizás, sólo quizás levantarme de cama.
Estos días me he mirado al espejo y sólo observo alguien muerto, de manera muy literal, me veo enferma, y eso me enferma. No sé si me explico.
Luego, bueno, mi espejo se quebró, y adivinen qué, ahora me siento enferma. Tengo miedo de verme en el espejo porque me duelen los párpados, y ni mi voz es la misma. Si me siento así, ¿Pueden imaginar cómo luzco?
Y salgo, y las personas no paran de mirarme; y yo simplemente les temo, temo de sus pensamientos y ya me quiebro en cualquier lugar. ¡Por el universo mismo!
Me siento enferma, y eso me aterra, pero justo por eso... Debo estar calmada.
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