Si me inspeccionas bien, la mayoría de las rasgaduras que poseo son a consecuencia de ti.
Puedes verificar incluso debajo de mi piel; cómo hay zanjas en cada fibra que intenta mantenerse para no derramar gotitas de sangre en la alfombra... En la alfombra, donde espero nadie revise lo que hay debajo de ella; pues podrían encontrar hojas de otoño, tinta seca, manchas de lágrimas saladas, rayaduras de mi alma, todo un desastre... Incluso podrían encontrar los recuerdos que me quedan de ti. Los malos recuerdos, de buenos recuerdos falsos.
¡Y no saltes en la madera que se está moviendo, está chillando!
es que allí estuve demasiado tiempo con una culpa que pesaba demasiado...
La culpa de no ser nunca lo suficiente. El sentimiento de ser tan sólo la cuarta parte de una simple mitad.
Y yo no era la de el problema... Es que a ti nunca nada te es suficiente.
Estacionas en mí y cuando mi amor se coloca en rojo y te prohíbo recibir más, das tu recorrido por toda la ciudad buscando tu puñal favorito.
...
¿Que has conocido?
¿Que he conocido?
No...
Tú eres el puñal con más filo que he conocido.
¿Y crees que nada ha cambiado? ¿que puedes salvarte?
No, cariño, no puedes.
No, cariño, no puedes.
pues te informo algo, en tu ausencia sólo me comen tus palabrotas y tus acciones de mierda.
Ups.
Lo siento, derramo grietas.
Es la costumbre.
Entonces... ¿Que nada ha cambiado? ¿Que no quieres que nada cambie?
Te equivocas, yo sí. Y no soy tú.
Puedes darme esa hermosa sonrisa que tienes
pero yo no a ti.
aunque digas que ella no te importa...
a mi sí.
y a ella le duele,
al igual que a mí.
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