lunes, 15 de mayo de 2017

Do u feel safe in your own skin?


Piel...
Dicen que la piel sólo sabe ser piel
y tiene algo de sentido
¿no?
es parte de nosotros, no nosotros. ¿cierto?
...
pero no.
Se supone que la piel es un tejido que proteje al cuerpo humano.
Pero sucede algo
con mi piel
y es que no es de fiar.

Mi piel me engaña y me hiere,
no sirve. 
Mi piel me dice que con él todo está bien
¿Pero cómo se atreve a decirme eso? cuando realmente resultó herida por su tacto al notar que en sus tejidos habían restos de otra piel...
¿cómo se atreve? 

Pero no, ¡no! 
¿Cómo se atreve él a tocarme cuando ya de mí queda tan poco? 
siendo testigo; porque realmente, si alguien ha sido testigo y culpable de mis heridas, de mi desgaste mental, ha sido él.

No, pero no...
¿cómo me atrevo yo a hacerle caso, otra vez, a mi piel? Cuando me ha defraudado tantas veces.

"Que la piel contribuye a mantener íntegras sus estructuras."
Señores...
De mí no queda ni una silueta abstracta. 

So...
If u ask me 
...
I would say no. 

sábado, 13 de mayo de 2017

No puedes salvarte. (Recopilación de escrito eliminado)

Si me inspeccionas bien, la mayoría de las rasgaduras que poseo son a consecuencia de ti. 
Puedes verificar incluso debajo de mi piel; cómo hay zanjas en cada fibra que intenta mantenerse para no derramar gotitas de sangre en la alfombra... En la alfombra, donde espero nadie revise lo que hay debajo de ella; pues podrían encontrar hojas de otoño, tinta seca, manchas de lágrimas saladas, rayaduras de mi alma, todo un desastre... Incluso podrían encontrar los recuerdos que me quedan de ti. Los malos recuerdos, de buenos recuerdos falsos.
¡Y no saltes en la madera que se está moviendo, está chillando! 
es que allí estuve demasiado tiempo con una culpa que pesaba demasiado...
La culpa de no ser nunca lo suficiente. El sentimiento de ser tan sólo la cuarta parte de una simple mitad. 
Y yo no era la de el problema... Es que a ti nunca nada te es suficiente. 
Estacionas en mí y cuando mi amor se coloca en rojo y te prohíbo recibir más, das tu recorrido por toda la ciudad buscando tu puñal favorito.
...
¿Que has conocido?
¿Que he conocido?
No...
Tú eres el puñal con más filo que he conocido. 


¿Y crees que nada ha cambiado? ¿que puedes salvarte?
No, cariño, no puedes.
pues te informo algo, en tu ausencia sólo me comen tus palabrotas y tus acciones de mierda. 
Ups.
Lo siento, derramo grietas.
Es la costumbre.

Entonces... ¿Que nada ha cambiado? ¿Que no quieres que nada cambie?

Te equivocas, yo sí. Y no soy tú.


Puedes darme esa hermosa sonrisa que tienes


pero yo no a ti.

aunque digas que ella no te importa...

a mi sí.

y a ella le duele,

al igual que a mí.


lunes, 8 de mayo de 2017

era mía sin ti.

Te quieres liberar de una culpa tan tuya.
Quieres enjuagar tu boca con la mía, intentando eliminar aquellas horrendas palabras que salieron para mí y sólo para mí.

Te beso, y...
¿Todo está olvidado?
No, cariño, no lo está, no te disculpo por besarme, y no te disculpo por nada.
Estamos bien, porque aunque así no debería ser, prefiero estar bien a odiarte
porque ya ni eso mereces,
 odiarte sería amarte con dolor
y no lo mereces, no lo mereces pero está bien
porque estamos bien, ¿no es así?

Pero no te confundas, no te quieras acercar demasiado a mí.
No te quieras liberar sólo porque te beso, o porque te digo te quiero... Porque te quiero.

Pero, cariño
eres
sólo
uno
más.
No sé si me explico.

Sí, claro que me explico, porque sabes a lo que me refiero.

Tú eres uno más, y yo cada vez soy un poquito menos.
Era yo, era mía sin ti. Ahora, ¿qué queda para mí, si no son cenizas de sentires?
Ni el cigarrillo ni las tantas pastillas me habían destruido tanto.
Pero, gracias.
Ahora no siento nada...
Ni el calor de la taza de te
ni el frío si no me arropo en la noche
ya ni siquiera saboreo la nicotina, o menta, o la uva de aquellos cigarrillos.

Que me abrazas, claro, pero ya no me proteges.
Que me tocas, así es, pero ya tus manos no producen la misma sensación en mi piel.
Que me quieres... pero yo ya no te quiero querer.

Ahora nada me queda de mí, y de tí, sólo la duda de quién eres, y el miedo a quién puedes llegar a ser.

martes, 2 de mayo de 2017

¿mi pesadilla, o la de ustedes?

Hoy no dormí en lo absoluto.
Hey, chicos... ¡Nada!
...
¿Que por qué?

Pues creo que el deseo que pedí se me ha concedido de una manera algo extraña,
¿Recuerdan que en el escrito de hace unos días dije que quisiera que las pesadillas de demonios volvieran? Ya saben, para no soñar con los ángeles que ya no están...
Pues creo que se cumplió de alguna retorcida manera, no lo sé.

Sentía que me miraban, que yo debía observar algo, que yo esperaba por alguien, o que algo... esperaba por mí.
¡No lo sé!
Estuve ansiosa la mayor parte de la madrugada. En cuestión de minutos cerraba los ojos, pero... No lo sé, sentía corriente en los pies, y entonces debía arroparme y luego debía desarroparme, entonces me colocaba de lado, y se me dormía el brazo, se volvía de gelatina; entonces luego debía cambiar de lado, y después boca arriba con la sábana en mi rostro porque el otro brazo tampoco soportaba mi cuerpo.

Y, no lo sé, creo que alguien, algo, muchos "algo", o muchos "yo no pudiendo dormir", pues, me quería-n- sacar de mi estado neutro. Tan "nada está pasando", y luego... Empezaron a empujarme hacia los rincones más oscuros de mi mente; mis párpados empezaron a bajar lentamente, pero mi mente no tenía intención de dormir...
Entonces me vi frente a una piscina.
Así es, tal cual leen arriba. "Frente a una piscina"
Ésta piscina era totalmente transparente, parecía como de vídrio. Y tenía dentro un montón de muñecas viejas, olvidadas, rotas, malheridas.

Estaba yo, en las escaleras de la piscina, y todos aquellos que se querían alejar y se querían acercar debajo. Como esperando, esperándome a que bajase, pero yo no quería bajar, yo quería subir, y lanzarme a la piscina a salvar esas muñecas, porque sabía que se sentían igual que yo...
ahogadas, olvidadas, algo desgastadas.

Y eso hice, me lancé a sacar una por una, una más espantosa que la otra. Les juro que eran horrendas, el ambiente era demasiado tétrico, pero yo sólo quería salvarlas.
Los demás... Sólo me miraban. Me veían exhausta, y ellos allí, inmoviles.
Quienes se querían ir, no terminaban de irse, y quienes se querían acercar, no terminaban de acercarse.
Estaban estancados, y yo estaba sola.
Primera vez que siento tan literal una soledad rodeada de personas que te observan.
Es escalofriante, sin mencionar que es sumamente triste.

Bien, al finalizar... cuando las muñecas estaban algo hermosas (de una manera aún tétrica)
y yo estaba seca, y preparada para irme, allí entonces algunas personas querían ir tras de mí.

Como si les necesitara...
Jodidos hijos de puta, ¿creen que los necesito? ¿en serio?
ya pasé mi peor momento sola, creo que de aquí en adelante puedo seguir sin  ustedes. Así es, sin ustedes que creen que pueden juzgarme cuando han hecho cosas peores que las que yo.
Pero claro, yo no los señalo, porque ustedes ya no me interesan.
ya no los quiero salvar
y ya no quiero que me sostengan
ahora
sálvense ustedes
no quiero compartir ni un jodido cigarrillo con alguno de ustedes
no
ya no...
porque ya no son conmigo
así lo decidieron ustedes al querer aplastarme
¿me explico?
ustedes ahora son-ustedes-, sin mí.




lunes, 1 de mayo de 2017

Señor tiempo, usted no, usted, señor.

Me has enseñado a querer así,
con miedo,
con cautela,
resguardando armas.
Me has enseñado a responder con ira tras cualquier dolor
porque sino me verás con lástima, 
me querrás como grano de arena que se desliza tras tus dedos 
y no como aquella roca que brilla para que la cuelgues en tu cuello.
Me has enseñado a tenerle miedo al amor y al dolor
porque de allí salen demonios,
ángeles caídos 
del tren de las desgracias.

En algunas ocasiones, también, he aprendido a no mostrar indiferencia, porque así sólo se levanta el polvo, la marea, la cuestión.

Me has enseñado a no ser yo, y...
aunque creo que has sido el mejor en enseñarme todo lo que he dicho 
creo que no han sido las cosas que realmente hubiese querido aprender.

Me has enseñado a no quererme, a esconderme, resguardarme...


Me has enseñado, sobre todo, a temer-te-