martes, 1 de mayo de 2018

A veces, el sentimiento no es suficiente.

No te extraño.

Creo que extraño lo que creí que podríamos llegar a ser si de verdad hubiese funcionado, si me hubieses querido como quería que me quisieras, si hubiésemos coincidido como quería que coincidiéramos.

Pero no fue así…

El sentimiento a veces no lo es todo, al menos no cuando se siente a desnivel.
Dices “te quiero” y escuchas un “te quiero” a cambio… mismas palabras y misma pronunciación, sin embargo, los pensamientos no están a la par.

Para ella querer va más allá de estar tomados de la mano y compartir silencios largos recostada en su pecho. 

Para él querer va más allá de tomarse fotos y subirlas a las redes sociales haciendo competencia contra conocidos por quién sonríe mejor.

Para ella querer es salir a compartir momentos juntos con amigos y familia y sonreír y hacer cosas diferentes cada día y expresar lo que sientes con palabras acompañadas de hechos.

Para él querer es verse, y... no lo sé. No sé qué es para él querer, pues no hacía sino quedarse siempre en silencio. Que al inicio, chicos, eso me encantaba. Pero poco a poco… ese silencio me fue dando algo de miedo. Pues me agrada hablar, y me agrada escuchar.
No me agrada mucho el silencio, de hecho siempre lo he odiado; sin embargo, el silencio con él era tan diferente… tan precioso. Pero poco a poco fue tomando un sonido bastante incómodo, el de mis pensamientos queriendo salir, el de mis dudas queriendo escucharlo expresarse, o decir alguna cosa que me hiciera saber que no estoy con un jodido fantasma.

Querer es desfragmentar tu día en pedacitos diminutos para contárselo a esa personita, porque esa personita siempre va a querer escucharte y saber de ti. 
Querer no es decir “yo no importo” cuando se pide una opinión.

A ella le daba miedo encerrarse en una sola persona, pero lo hizo. Y para él eso no fue suficiente.
Ella sintió que no fue suficiente. Que ella nunca fue suficiente para él.

Y no piensen mal. No me refiero a que él pensara que ella no mereciera el esfuerzo. Sino a que… él no sentía lo suficiente para hacer el esfuerzo, y por ende, no hizo nada de lo que él sabía que a ella le gustaría.

A veces, como dije, el sentimiento no lo es todo. A veces, el sentimiento no es suficiente.

Todo muere por expectativa y realidad. La idealización de un personaje que debe realizar cierto rol “perfecto”, y todo es fallido.

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