domingo, 20 de mayo de 2018

Tu fantasma persigue cada paso que doy en el camino. Tendré que abrazarlo a él. O acabaré volviendo a ti. 

Marta Gallego

jueves, 17 de mayo de 2018

Pensarte ya me deja en piezas, y a esas piezas las deja lejos de sí mismas. 

Eso ocasionas.

Esto no lleva buen rumbo. 
Debo darme cuenta... Los recuerdos no son tangibles. 

martes, 15 de mayo de 2018

Esto no es un escrito.

El agobio de seguir viva me da los buenos días varias veces a la semana.
Mis puños no me alcanzan para saciar la impotencia de no poder simplemente elegir ya no estar.

Quiero un jodido botón de autodestrucción. ¿Sería tan difícil de conseguir?

No quiero prendas, no quiero nada que brille, no quiero maquillaje, no quiero nada que distraiga, no quiero colocarme una sonrisa, no quiero maquillaje.

El agobio de no tener el valor para quedarme en medio de la carretera me da las buenas tardes varias veces a la semana. Y el agobio de seguir viva me da las buenas noches cada vez que voy a dormir. 
Alguien que me conoce me dice que al verme te notas.


Y es que supongo que allí estás... en las puntas de mis pestañas a punto de caer; e
spero. O a punto de hacerme llorar.

viernes, 11 de mayo de 2018

Además de su gorra, ¿Qué me quedó?

Me quedaron sus muecas... 
No puedo quejarme sin apretar los labios de la manera en la que... saben... él. 

Su esencia...
En la calle, a veces me da su perfume. Entonces camino más rápido de lo usual, aunque luego mire atrás y no lo vea por ningún lugar, pues algo que aterre más que pensar que es él, es pensar que sólo es su recuerdo.
Pues, a veces, estoy acostada en mi habitación, y percibo su olor en mi almohada. ¿Se dan cuenta el poder de mi memoria?
 Díganme, ahora, ¿Qué demonios me queda, más que rendirme ante su recuerdo? Porque, demonios, he cambiado la funda más de 5 veces... y aún así.

Su silueta, su tacto...
A veces veo su sombra caminando a mi lado, y siento un cosquilleo en mis manos. Pero no es él, nunca es él. Es su recuerdo. 
Su recuerdo conmigo permanece, aunque cada vez más ligero, aunque aveces demasiado tangible. Todo depende siempre de la intensidad en la que le piense, o en la que le extrañe. 

martes, 8 de mayo de 2018

Tu recuerdo conmigo

Estoy en el semáforo esperando pasar
Mientras, imagino tu imagen -o al menos tu sombra- al lado de mí. 
Empiezo a imaginar que me tomas de la mano y sonrío. Allí cierro mis ojos, y te escucho... me quedo inmóvil por supuesto, siento una corriente que recorre la silueta de mi cuerpo... Y al abrir los ojos, noto que tengo una imaginación bastante vivaz, y que el semáforo peatonal ya está en verde.
Casi te confundo con un recuerdo de ti...

martes, 1 de mayo de 2018

A veces, el sentimiento no es suficiente.

No te extraño.

Creo que extraño lo que creí que podríamos llegar a ser si de verdad hubiese funcionado, si me hubieses querido como quería que me quisieras, si hubiésemos coincidido como quería que coincidiéramos.

Pero no fue así…

El sentimiento a veces no lo es todo, al menos no cuando se siente a desnivel.
Dices “te quiero” y escuchas un “te quiero” a cambio… mismas palabras y misma pronunciación, sin embargo, los pensamientos no están a la par.

Para ella querer va más allá de estar tomados de la mano y compartir silencios largos recostada en su pecho. 

Para él querer va más allá de tomarse fotos y subirlas a las redes sociales haciendo competencia contra conocidos por quién sonríe mejor.

Para ella querer es salir a compartir momentos juntos con amigos y familia y sonreír y hacer cosas diferentes cada día y expresar lo que sientes con palabras acompañadas de hechos.

Para él querer es verse, y... no lo sé. No sé qué es para él querer, pues no hacía sino quedarse siempre en silencio. Que al inicio, chicos, eso me encantaba. Pero poco a poco… ese silencio me fue dando algo de miedo. Pues me agrada hablar, y me agrada escuchar.
No me agrada mucho el silencio, de hecho siempre lo he odiado; sin embargo, el silencio con él era tan diferente… tan precioso. Pero poco a poco fue tomando un sonido bastante incómodo, el de mis pensamientos queriendo salir, el de mis dudas queriendo escucharlo expresarse, o decir alguna cosa que me hiciera saber que no estoy con un jodido fantasma.

Querer es desfragmentar tu día en pedacitos diminutos para contárselo a esa personita, porque esa personita siempre va a querer escucharte y saber de ti. 
Querer no es decir “yo no importo” cuando se pide una opinión.

A ella le daba miedo encerrarse en una sola persona, pero lo hizo. Y para él eso no fue suficiente.
Ella sintió que no fue suficiente. Que ella nunca fue suficiente para él.

Y no piensen mal. No me refiero a que él pensara que ella no mereciera el esfuerzo. Sino a que… él no sentía lo suficiente para hacer el esfuerzo, y por ende, no hizo nada de lo que él sabía que a ella le gustaría.

A veces, como dije, el sentimiento no lo es todo. A veces, el sentimiento no es suficiente.

Todo muere por expectativa y realidad. La idealización de un personaje que debe realizar cierto rol “perfecto”, y todo es fallido.