Tengo a mis letras
en esta soledad tan mía,
como mía sola la nostalgia.
Como míos los dedos, la lengua...
mis ojos, míos, con los que grito.
Mía mi piel y cada grieta.
Grietas sujetas a ti, ¿A quién?
¿A quién si no es a ti? ¿A mí?
¿A mí por no tomar las precauciones?
...
Entonces tengo mi imprudencia y mis desvaríos, míos, como míos solos mis impulsos.
Impulsos que me llevaron a ti.
Y tú, yo...
tú, ya.
Tuya... Ya no más.
Ya no más, ya no yo, ni un milímetro de mí, de mi ser ya no tuyo.
Mis pensamientos, quizás.
A veces, quizás, mis pensamientos sean de ti.
A veces, quizás, hasta cuando no te piense (porque incluso allí te pienso)
Pero allí te quedas. Y allí quedo de ti, sólo en pensamientos.Porque la realidad es muy cruda,
y muy pesada, y ya me duele la espalda con tantas cenizas de sentires compactas encima.
Y diría que lo siento, pero no.
Porque por fin creo que esto es por mí.
Porque, por si me queda poco de vida, no quiero que me quede por qué sufrir.
Porque los factores externos ya me van haciendo trizas, así que, bien...
ya no haces falta para ello.
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