miércoles, 22 de marzo de 2017

Vértigo.

Creí que nunca podría seguir sin ellos.
Creí que no les vería sonreír desde una ventana; a todos ellos, a todos... Sin mí.

¿Egoísmo?
Definitivamente.

Pero es que ustedes no lo entienden.
...
Ellos eran mi "por siempre"
el único "por siempre" que realmente me importaba.

¿Entienden?

Mis lágrimas jamás se derramaron con éste... 
con...
no lo sé.
Me quemaron las mejillas. 
causaron una sensación de vacío en todo mi ser,
mi cabeza quedó en blanco, seguido de una ligera jaqueca, y luego un cosquilleo en los párpados.
...
Me miro al espejo, y estoy roja,
y mis ojos están chiquitos; 
parezco recién despierta, pero un poco -algo más- hinchada...
Estas lágrimas me pesan... Llevan dentro algo de soledad ligada con nostalgia. 
Y más, más adentro: muchos, muchos recuerdos.
Es como un vértigo constante al ver sus fotos.

Pero es que no, creo que aún no me entienden...
Ellos eran mi salvación; y se suponía que yo era la de ellos. 

No se imaginan las veces que les ayudé, y cómo cada vez que les ayudaba, un pedacito roto de mí, en seguida sanaba.
La mayor parte de mí sanó por tenerlos; y otra  parte, porque sentía que ellos sabían que me tenían, y eso era suficiente, era suficiente y más.

¿Ahora entienden?

Entonces.
Ahora...
Saber que no me necesitan
que no me extrañan
que no me piensan cuando llueve...

Señores, es un vértigo constante.
Es un vértigo constante al recordarles.

No me lo perdonaré jamás.

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