jueves, 21 de diciembre de 2017

Un escrito muy vago. Pero creo que es porque estoy bien.

He estado pensando en ti últimamente. 
Porque, no lo sé, supongo que cuando el tiempo con una persona no te es suficiente, te empiezas a preguntar cosas como: ¿Qué demonios estás haciendo? 

Luego de esa pregunta, varias cosas me dieron vueltas en la cabeza, y no lo sé, no sé qué estoy haciendo. Sin embargo, organicé una que otra palabra tras otra con respecto a cómo me he estado sintiendo...
Así que, bien:
Que contigo nada es usual. Mi sonrisa, incluso, se vuelve otra. Es extraño, sentirlo "real"(si acaso eso tiene algún significado); sentir que mi sonrisa se manifiesta y que no sea para ocultar algún dolor, o evadir alguna incertidumbre; que no piense en un "y  qué pasa si después...", nada. Cuando sonrío estando contigo no hay nada más, sólo sé que estoy, no lo sé, bien, pero no sólo "bien", sino... Realmente.
Me das una seguridad que no tengo, y a la vez una ansiedad que creía escondida dentro de la cajetilla de los cigarrillos. La ansiedad de sentirme plena, o algo parecido, de no saber qué hacer al estar bien. Porque realmente ya no sé qué hacer.
Porque ya no me siento yo estando fuera de la inmensidad de mis dudas.
Pero no puedo decir que me perdí contigo, porque no. Porque realmente creo que
simplemente
al fin
me vi.
Me vi en el remoto sentir de plenitud.
esa fantasía que no existe, pero ahora quiero creer que sí.


Estoy fuera del vacío, y dentro de los pétalos de la felicidad de la tristeza... de una vaga y muy lejana tristeza.
Y en ti, pude notar virutitas de felicidad acumuladas en tus pestañas, y créeme cuando te digo que cuando caen a tus labios es un fenómeno realmente hermoso. 

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