miércoles, 23 de noviembre de 2016

Dos seres.

Dos seres. 

Que te siento, te percibo, te vas y te vuelves...
Que me sientes, me percibes, que me evaporo y me vuelvo...

Dos suspiros unidos por el viento.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Sorpresa, sorpresa... No quiero ningún otro tipo de felicidad.

No me gusta la felicidad, no me gusta la felicidad, no me gusta...

No vuelvo a aceptar ni un gramo de felicidad, mucho ya pesa mi alma como para cargar con algo más.

¿Que por qué no me gusta?
Porque, para la vida, la felicidad es como un  bien el cual le debes; así que debes cancelar un impuesto. 
Pero, adivinen...
sorpresa, sorpresa...
La vida te cobra un impuesto con un valor mayor del bien que obtuviste. 

¿Que fuiste feliz hasta más no poder? 
Pues ahora lo pagarás sufriendo, obteniendo un dolor mayor del que puedas soportar. 

Así que no, no me gusta la felicidad. 
Déjenme en orden, sin felicidad, sin dolor, con la brisa andando... En ningún lugar tambaleándome. 

No estás, ya no estás, y ya no quiero que estés... 
Así que no, no quiero que ningún otro tipo felicidad llegue a mi, porque no es real...

jueves, 17 de noviembre de 2016


Hay tanto ruido fuera de mí...
¿Me encierro?

No sé qué hacer.

...
Hay tanto ruido dentro de mí...

¿Salgo?

No sé qué hacer.

Hay tanto ruido fuera de mí...
¿Me encierro?

No sé qué hacer.

...
Hay tanto ruido dentro de mí...

¿Salgo?

No sé qué hacer.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Carta a mi pequeña...

¿Todo está bien?
¿Estás segura, mi niña?

Porque realmente pienso que la ansiedad te está tragando; y él no está allí para abrazarte.
Creo que te estás cayendo a pedacitos, y estás dejando que otras personas tomen partes de ti que no les pertenecen. 
¿Estás tan débil?
Para ya... ¿Qué no ves que te estás matando? 
Él no está, asimila la situación y enfrenta tu soledad. 

¿Qué tienes en contra del silencio? 
¿Qué tienes en contra de la quietud de las cosas? 

Te alteras cuando ves todo el orden... 
Te das cuenta que sigues en problemas, ¿cierto?
Debes volver al psicólogo, mi niña. 
Y... Cuidado con las decisiones que tomas. 
Si te vas, o si no le permites volver; ¿Lo soportarías cuando la turbulencia en ti haya cesado? 

No estás bien; lo sé. Simplemente, por favor, busca un lugar seguro en ti, no en los demás. 
Por favor, por favor no en alguien más...