martes, 28 de mayo de 2019

Ahora en éste lugar tan grande.

Recientemente soñé que me tropezaba contigo por las calles de ésta ciudad...
En ésta ciudad tan lejos de nuestro lugar. 

Y se me hizo increíblemente extraño encontrarme contigo, tan extraño que me lo creí. 
Me creí totalmente el sueño. 
Me creí que al tropezarnos, nos quedamos mirando fijamente. 
Y lo creí porque en nuestras miradas no habían recuerdos ni nada parecido, había consternación. 
¿Cómo? ¿Cómo tan lejos...? ¿Por qué precisamente contigo? 

Y al punto y final de nuestras miradas, terminamos abrazados, justo por tanta confusión del suceso. 
Y entonces, en el abrazo...
Allí sí. 
En el abrazo se encontraron todos los recuerdos que habíamos encerrado entre nuestros párpados. 
Cerramos los ojos y apretamos los puños. 

Y no recuerdo más
porque no necesito ni quiero recordar más.

Y ayer me enteré que estás por acá. 
Que estás -quizás- cerca...
Pero no quiero saber si muy o si nada, 
porque no sabría qué hacer con eso. 
Así que nada,
sólo espero estés excelente. 
Y que mi sueño no se haga realidad.